Muere en
silencios mi corazón roto sin poder hacer otra cosa que llorarte. Quizás me
sueñes como yo te soñé en nuestras noches tranquilas. Todo acabo como se acaba
la vida, que aun siendo anunciada nos llega de pronto la herida, que acaba con
nuestro ultimo suspiro y en un lapsus se nos va la vida. Esos sueños en los que
acaricie tus manos o te sentí mío. Presa
de tu boca me sentía sin besarla… por existir entre nosotros la lejanía. Quizás
algún día tengamos el coraje de abrazarnos de compartir nuestra herida. Siempre
te estaré esperando siempre aunque no te lo diga….
Isaboa
Tu admirador…
ResponderEliminarEsta noche no he podido dormir. He sentido un gran dolor en mi pecho. He llorado de pena.
Al leer tus palabras llenas de ternura, resuenan en mi mente las risas graciosas que hacías por lo que decíamos o comentábamos en la tertulia.
Debo decirte que he sentido y sigo sintiendo esa emoción de adolescente con su primer amor, con sus primeras ilusiones, con sus primeras regañinas de jovenzuelo por sentir celillos de otros chicos.
Ya ves, el tiempo no pasa para esas sensaciones, acariciando la idea de poner música a la letra de una hermosa partitura que con tu esencia femenina has sabido contagiarme y que quizás algún día podamos interpretar juntos. Nunca es tarde.
Déjame dedicarte esta pequeña poesía.
A ISABOA
Tenia una bella rosa que la puse en mi balcón
Y al pasar tú por su lado de envidia se marchitó.
Las palabras que pronuncias me han embargado el alma
Y siento en mi interior una pena que me mata.
Quiero volver a vivir, quiero volver a sentir
Quiero que al menos seas muy feliz sin mí.
Tu corazón lo he sentido en dos partes dividido
Una junto a mi vera la otra en aquella acera.
Mereces ser muy feliz, mereces ser muy dichosa
Sueña conmigo mi amor sueña conmigo ISABOA.
Tu admirador…