Hace unos días un amigo me dijo que
mis escritos son eróticos, que llevan mucha sexualidad en ellos, que cualquier hombre
se excitaría con ellos. Yo creo que no es así, pero claro no soy hombre. Por eso
he escrito algo que si creo que es erótico sin sobrepasar lo obsceno. El relato
continúa algo más fuerte pero yo lo he acortado y lo he dejado en uno con un final un tanto lait, ya que esto no es un blog ni quiero
que lo sea erótico. Solo quiero que se note la diferencia si escribiera algo erótico.
Espero no dañar la sensibilidad de nadie, si es así pido mil perdones de antemano.
Mis ojos están clavados en sus manos
y mi mente escruta esas manos que mi cuerpo espera, con sus dedos me toca la piel,
recorre mi nuca, me acaricia el pecho a través de la seda de mi vestido. Sigue la curvatura de mi cadera para bajar
hasta mis piernas con una lentitud infinita levanta la tela y deja a la vista
la negrura de mis medias y la blancura de mis muslos el corazón me late aceleradamente aspiro el aire que me falta, bajo los ojos,
escucho el silencio, le miro levantarme el vestido. Como si ya no fuera yo me
siento flotar. Me levanta el vestido y
yo ya no soy yo, he perdido la voluntad, he perdido la fuerza, la conciencia. Aprieto
mis rodillas como si quisiera protegerme de algo que deseo, oigo su respiración
que se acelera a medida que va
descubriendo mi piel blanca bajo el vestido, nadie me ha mirado nunca como lo
hace el. Me ha levantado la parte delantera del vestido hasta las caderas,
suelta la tela y retrocede un paso, noto la profundidad de su mirada, que me
penetra, saboreo el sabor de su mirada su ardor me posee, le deseo, soy suya Exclusivamente suya, deseo
que me bese, calla, queda un rato mirándome
hasta que por fin se acerca y alarga una mano hasta la tela que cubre mi
sexo, roza el tejido, sus dedos se mueven con precisión oigo mi corazón, oigo
su respiración con una lentitud inquietante y constante desliza la seda a lo
largo de mis piernas de las caderas, de
la cintura, de la espalda, de los hombros, yo levanto los brazos y el vestido
cae al suelo me siento cada vez mas perdida mas suya, mas deseosa de el su mirada se recrea en mi piel y me turba eres magnifica me dice, sonrío y entonces acerca sus labios a los míos y me
besa, noto su lengua tocando la mía luego toda su boca chupándola, y entonces me pierdo
en sus brazos...
Isaboa
Tu admirador...
ResponderEliminarEscribir sobre erotismo siempre lo he considerado difícil, igual que es difícil hacer un buen cine de terror. En días anteriores tuve ocasión de debatir con una amiga precisamente este tema. Me decía, te das cuenta lo difícil que es describir la sensación de un beso, un beso de amor, un beso de entrega, un beso de pasión?
Me quedé pensando y me dije, primero hay que estar enamorado, segundo debe ser mutuo y tercero debe influir el aspecto hormonal, es decir la pasión.
El resto de los besos, caricias y manifestaciones, pueden entrar en el aspecto meramente sexual, visceral, embotamiento de los sentidos etc. pero yo personalmente me quedaría con lo descrito en el párrafo anterior.
Con esto quiero decir, que el texto elegido por nuestra querida amiga ISABOA, podría corresponder al encuentro de dos amantes entregados en un baile de los sentidos pero con una carga de sensibilidad a flor de piel que les hace únicos en esos instantes.
Enhorabuena ISABOA, tienes una gran imaginación, has escrito un texto elegante, sin herir sensibilidades y con suficiente carga erótica para abrir boca, sin pretender excitar a otros amigos que te siguen y que tal vez para alguno de ellos, el erotismo sea el elemento que desencadena pasiones solamente virtuales.
Para profundizar en los entresijos erótico-sexuales de otro contenido, me ha impresionado por su carga especialmente sexual, el libro escrito por HENRRY MILLER (SEXUS) que a nuestros amigos/as les recomiendo.
Gracias ISABOA por deleitarnos con tu sorpresa.
Tu admirador....
De acuerdo con mi compañero de comentario anterior en cuanto a lo difícil de escribir relatos eróticos. En este caso Isaboa se ha encargado de avivar las mentes aletargadas de los que leemos cuanto escribe, al menos de la mía, seduciéndome con su verbo y su forma de descripción artística del amor físico, llevándome a sentir sensaciones que han hecho que mi cuerpo recordara tiempos pasados y llevando a un grado superior el relato al dejar espacio en ese final a la fantasía de cada uno. Un BRAVO para ella. Si antes robabas corazones ahora además secuestraras nuestras almas masculinas.
ResponderEliminarPara las mujeres el mejor afrodisíaco son las palabras, el punto g está en los oídos, el que busque más abajo está perdiendo el tiempo. (Isabel allende)
Princesa tu eres mi afrodisíaco.