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domingo, 20 de mayo de 2012

Mi lluvia




Hoy  me encuentro como el día, abochornada, gris, triste, lluviosa. Amanecí contenta, con ganas de todo. Me duche, me eche mi aceite de chocolate por el cuerpo para sentirme olorosamente bien, me perfume me seque el pelo, me lo arregle. Me sentía tan bien.  Además me encantan los días  así, me encanta la lluvia y estaba celebrando que hoy precisamente hiciera un día así, pues  quería salir y el calor me agobia, prefiero los días frescos. Pero enseguida la realidad se fue apoderando del día. Mi realidad, mi hijo que nunca hace caso de nada y al que ya no tengo fuerzas para andar castigando. Sinceramente estoy tan harta de tantas cosas. Anoche le pregunte a un amigo si creía en Dios y el me aseguro que si que creía en el
Y no de una manera religiosa y fanática pero decía que existía. Yo ya no recuerdo el día de deje de creer en el, pero deje de creer. Ya no puedo ver como antes cosas que para mi son irracionales como algo que un Dios justo bajo mi punto de vista haría o dejaría de hacer, permitir ciertas cosas.
No, no lo entiendo. ¿Qué poder puede tener un Dios que crea cosas imperfectas? ¿Que permite tantas injusticias?
Como siempre trato de ponerme en sus zapatos y es por eso por lo que aun estoy mas triste, acabo de darme cuenta  de que Dios es como yo, un padre muy blando, un padre sin autoridad, al que  sus hijos marean y con el que hacen lo que quieren. Dios es tan imperfecto como yo, quizás aun más que yo porque  se supone que es Dios no? Yo simplemente soy una mujer. Una mujer cansada de luchar sola. Supongo que el diluvio universal, Sodoma y Gomorra y tantas y tantas historias de un dios malo y cruel, se debieron a un día en el que Dios se cabreo del todo. En el que su paciencia le sobrepuso y la rabia y la ira se apodero de el. Uff como le comprendo. Alos dos nos falta autoridad, queremos hacerlo tan bien que metemos la pata, queremos dar libertad para hacer las cosas, para que nuestros hijos se den cuenta por si mismos de las cosas, pero se nos va de las malos. Estamos hartos de gritar, de amenazar porque vemos que todo eso da igual si no hacemos algo realmente y tomamos las riendas. ¿Será por eso por lo que últimamente nos va tan mal a todos? Porque nuestro padre ya pasa de nosotros? Ya esta cansado de luchar? O como yo llorara como un tonto, dejara caer la lluvia y tronara, tomara aire y dirá habra que seguir.

Isaboa

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